Casi siempre iba unida a la vista.
El nasal en el casco normando (siglos XI y XII) era una prolongación de la parte que venía sobre la nariz.
En el siglo XIV tenía dos formas, pues en los yelmos de visera movible cubría la parte alta del rostro.
En algunos yelmos, el nasal con la visera y la ventalla forman una sola pieza.
Otra forma, del siglo XVI, consistía en una delgada barra de hierro sujeta a las celadas descubiertas por medio de un tornillo que permitía bajarla perpendicularmente a la nariz.