Se destacó por sus actividades violentas durante el período de la Segunda República y tendría un papel relevante en la Guerra civil, donde desempeñaría algunos cargos orgánicos en el seno del partido único.
Durante la Dictadura Franquista mantuvo una postura disidente frente a la línea oficial del régimen, si bien continuaría militando en pequeños grupos de corte falangista en el tardofranquismo.
Al parecer gracias a la intervención personal de Perales el poeta falangista Luis Rosales —que había escondido en su casa a Federico García Lorca— evitó sufrir en carne propia la represión y, probablemente, salvó la vida.
[7][8] Unos meses después, en junio, se incorporó como voluntario al frente de Teruel.
En 1939 sería detenido por la policía —junto a los «camisas viejas» Eduardo Ezquer y Tito Meléndez— bajo la acusación de haber intentado formar una «Falange Auténtica».
[10] Perales, que negó su responsabilidad en los hechos,[11] seguiría intentando articular grupos falangistas de oposición a la línea oficial, sin éxito.
[21][22] No obstante, a medida que avanzó la década surgieron fuertes disidencias entre Hillers, Perales y Maestú.
[28] En 1976 abandonó el FSR para ingresar en la recién constituida Falange Española «auténtica», formación que lideraría junto a Miguel Hedilla y Pedro Conde.