Son tan ingeniosos como traviesos y ya le han hecho la vida imposible a 17 niñeras.
Cuando el Sr. Brown visita la agencia en busca de una nueva niñera, rehúsan abrirle la puerta y le dicen que ya no hay más niñeras disponibles, ya que todas renunciaron a causa de sus hijos.
Es entonces cuando toca a la puerta Nanny McPhee (Emma Thompson), toda gorda con una nariz bulbosa, un diente protuberante y grotescas verrugas en la cara.
La película termina diciendo la frase que Nanny Mcphee les había dicho anteriormente a los niños.
Se sirve de la magia para enseñarles a portarse bien, y su aspecto parece cambiar según pasa el tiempo.