Los estudios mostraron que la fuerza de arrastre del avión disminuía al modificar el ángulo del ala, aumentando la velocidad y el alcance con la misma cantidad de combustible.
La NASA especificó el diseño general utilizando una configuración geométrica estudiada por Boeing Commercial Airplanes, Seattle, Washington.
Otro piloto de pruebas con gran reputación que estuvo involucrado en el proyecto fue Pete Knight.
El AD-1 volaba a 170 millas por hora (273,6 km/h), que fue la velocidad máxima establecida por razones de seguridad.
El avión continuó volando durante otro año obteniendo datos a diferentes velocidades y diferentes ángulos de rotación del ala hasta su último vuelo en agosto de 1982.