[1] Los TAN sirven por tanto para ofrecer más seguridad a las operaciones bancarias y reducir el fraude.
[2] Los TAN, que suelen consistir en 6 cifras, sirven como un factor de autentificación en un sistema a2f, ya que el nombre de usuario del cliente y la contraseña por sí solos ya no son suficientes para acceder a una cuenta bancaria, ni el haber accedido a ella es suficiente para poder realizar la mayoría de transacciones y operaciones en línea.
Dichas listas se solían imprimir en tarjetas de plástico o en papel especial.
Durante la transacción, se requiere al usuario que introduzca un TAN concreto de la tarjeta, indicándole las dos coordenadas correspondientes.
Aún es obligatorio para operaciones de una sola vez (transferencias únicas, definición del primer aparato en la aplicación bancaria, etc.), si bien para operaciones repetitivas, la segunda autenticación suele usar modelos más instintivos, como la aprobación de un mensaje recibido en la aplicación mediante un movimiento del dedo en la pantalla táctil o el uso de una huella dactilar, entre otros.