Néstor Hernandorena

Disputó un total de 95 encuentros, siendo una pieza fundamental en el ascenso a Primera División que el club de Victoria obtuvo a través del Torneo Reclasificación 1967.

Tenía grandes reflejos y volaba como lo hacían pocos, sin dar rebotes.

Su trayectoria la siguió en Huracán (58 encuentros entre 1969 y 1972) para luego fichar con el Sevilla de España, pero sólo pudo disputar partidos amistosos debido a problemas burocráticos.

Luego de su paso en 1981 por San Lorenzo de Mar del Plata, se puso otra vez el buzo de arquero en el gasolero, donde nuevamente logró otro ascenso a la élite del fútbol argentino, esta vez a través del Torneo Octogonal 1982.

Estudiantes de Río Cuarto en 1983 y finalmente Tigre -club del cual era hincha confeso- en 1984, le pusieron fin a una carrera con grandes éxitos.