Museo del Libro y de la Lengua Horacio González

Uno de ellos fue cedido a la República del Paraguay para que estableciese su embajada, y otros dos en la Avenida Las Heras alojaron distintas reparticiones públicas, hasta que quedaron sin uso.

El Museo del Libro ocuparía el espacio de esos dos edificios, liberando casi todo el frente de Las Heras para que se pudiese contemplar la Biblioteca desde allí.

[2]​[3]​ Como detalle de impacto público se anunció que el nuevo museo alojaría en azotea cuatro lunetas, fragmentos de los murales originales de las Galerías Pacífico, pintados por Spilimbergo, Berni y otros artistas, que habían sido desmontados cuando el centro comercial se reformó, en 1990.

[4]​ Los murales están en restauración, y el trabajo artesanal continuará mientras las obras estén expuestas en los muros del edificio.

Mientras la planta baja posee una exposición permanente dedicada al libro y la historia de las editoriales en la Argentina, la planta superior estará destinada a exposiciones temporales artísticas, comenzando a funcionar con una de Roberto Jacoby dedicada al Artículo 14 bis de la Constitución Nacional.

Clorindo Testa revisando planos del Museo. Año 2010
Museo del Libro y la Lengua, interior en 2013