En la colección pueden contemplar piezas que datan desde la prehistoria hasta nuestros días.
Utensilios que desde años prehistóricos, han sido indispensables para cualquier tratamiento del cabello y de la barba.
Desde Egipto hasta Grecia, destacan algunos utensilios asociados a la belleza femenina como espejos, perfumadores, agujas para recogerse los cabellos, etc. A partir de la Edad Media sobresalen nuevas herramientas, que marcan la tendencia que sucede a este periodo, como los curiosos sapoudreurs que servían para empolvar las grandes y monumentales pelucas.
Resalta, la parte de la muestra que incluye piezas artesanales creadas durante el imperio napoleónico; pulseras, gemelos, broches y verdaderos cuadros realistas construidos y cosidos con auténticos cabellos.
La evolución del cuidado del cabello también ha estado marcada por productos capilares dirigidos a hombres y/o a mujeres, por ello, el museo también conserva algunos de los primeros productos, creados por diferentes marcas, entre ellos; lociones, champús, brillantinas, tintes, etc. y las respectivas publicidades.