El mismo fue sometido a una ampliación en 1953, que implicó el crecimiento de la planta hacia la parte trasera.
Por otra parte, la utilización que ha hecho el arquitecto del factor luz, al aprovechar la iluminación natural proveniente del patio central y la luz cenital difundida por las claraboyas, deviene la explotación expresiva de los contrastes lumínicos característicos del clima tropical, lo que en días claros hace prácticamente innecesario el uso de lámparas y contribuye a integrar al ambiente pinturas y esculturas.
Las zonas intermedias de descanso visual, restablecen el contacto del público con la naturaleza e invitan a la conversación.
Mientras que Villanueva había concebido la sede original del museo en un estilo historicista, evocativo de la arquitectura grecorromana, para su ampliación diseña un edificio de líneas depuradas, fachadas planas y corte sintéticamente geométrico.
La funcionalidad como principio que anima esta obra, se evidencia fundamentalmente en la elección de los materiales empleados, principalmente hormigón prefabricado y en el vidrio, los cuales brindan posibilidades constructivas idóneas para la realización de espacios destinados al museo.
En su planta baja cuenta con unos jardines en los que se exhiben esculturas, mientras estimulan en el visitante la expansión y el intercambio social.
Además que, en conjunto, abarcan gran parte de la historia del Antiguo Egipto.
[3] Esta colección explora la llegada del movimiento, su evolución y su influencia a las generaciones artísticas posteriores.
El recorrido inicia a finales del siglo XIX y termina en las vanguardias modernas.
Resaltan bodegones, desnudos femeninos, rostros de ambos sexos y paisajes muy frondosos.
Esta colección explora la llegada del movimiento, su evolución y las influencias a generaciones artísticas posteriores que tomaron su ideología para el desarrollo de otras técnicas vanguardistas.El recorrido inicia en los últimos días del siglo XIX cuando la imitación de la realidad era considerado el verdadero arte.
Entre las obras más destacadas se encuentran: El mundo plástico del siglo XX quedó reducido a lo abstracto.
Del Siglo de Oro se encuentra una obra atribuida a Luis Tristán, mientras que la corriente del Romanticismo en ese país también se encuentra presente con retratos de Federico Madrazo.
El arte italiano se manifiesta en obras del Quattrocento atribuidas a Zanobi Machiavelli y la existencia de otros retablos anónimos.
Entre las obras y los artistas podemos destacar a Fernando Botero, Wilfredo Lam, Roberto Matta, Rufino Tamayo o una obra de Diego Rivera, titulada Mujer con alcatraces.