Bernardo Strozzi, apodado il Cappuccino («el Capuchino» o el «Fraile genovés») (Génova, h. 1581-Venecia, 2 de agosto de 1644) fue un destacado y prolífico pintor barroco italiano, que trabajó tanto en Génova como en Venecia.
Cuando su padre murió hacia 1608, abandonó la orden para cuidar a su madre, ganándose la vida pintando cuadros que a menudo estaban influidos por las enseñanzas franciscanas, por ejemplo su Adoración de los pastores (h. 1615; Museo Walters de Baltimore).
Sufrió un breve tiempo de prisión en Génova,[2] y al ser liberado huyó a Venecia para evitar que lo confinasen en un monasterio en 1631.
[4] Nunca fue tan oscuro como los caravagistas, Venecia infundió en su pintura un acabado más suave, un estilo más aceptable para los mecenas locales, y uno derivado de sus precursores en Venecia, Jan Lys († 1629) y Domenico Fetti († 1626), quienes igualmente habían fundido la influencia de Caravaggio con el arte veneciano.
Por su parte, el Museo Thyssen-Bornemisza tiene una Santa Cecilia, pero que actualmente se considera obra de taller.