Las murallas de Vic, también conocidas como Las murallas de Pedro III, son una fortificación con torreones que rodeaban el antiguo Vic medieval.
[1] Pese a que fueron construidas durante el siglo XII se las conoce como murallas de Pedro III debido a que bajo su mandato durante el siglo XIV, más concretamente en 1368, se renovaron y ampliaron.
Dicha renovación amplió la muralla a un total de 17 torreones y 7 puertas de entrada y se mantuvo intacta hasta finales del siglo XVII.
Para poder realizarla, el rey autorizó la venta de censales y violarios hasta la cantidad de 14.000 sueldos para gastos en la nueva fortificación y armas.
La ciudad, que estaba dividida en dos, la parte real, regida por su concejo propio y la parte de Moncada, que a partir de entonces pasó a formar también parte de dicho concejo, tuvo que aunar las posibilidades de todos los ciudadanos ante una empresa de tal magnitud.