Además, la muralla está reforzada y protegida por torres albarranas que se construyeron ya en época cristiana, en los siglos XIII-XIV.
También se conserva el escudo y Virgen gótica que presidían la Puerta de San Pedro, actualmente alojados en la Basílica del Prado.
Sufrieron durante siglos ampliaciones e incorporaciones, y llegaron a contar con numerosas puertas.
Sin embargo, la falta de mantenimiento tras perder su función defensiva y los derribos del siglo XIX llevaron a su casi total desaparición.
Entre las numerosas puertas de los tres recintos amurallados, se pueden citar las siguientes: Esta característica construcción adosada al primer recinto amurallado hizo que Talavera fuera considerada como una de las ciudades más seguras durante siglos.