Está situada en nivel inferior del parque, donde destaca por sus vías de color rojo y sus soportes grises.
Una vez llegado al punto más alto de la atracción, a 522 metros sobre el nivel del mar, se hace otra curva a la derecha y se inicia un recorrido de unos 50 segundos que empieza con una caída con vistas a Barcelona y el Maresme y sigue con un brusco giro a la izquierda y un viaje por el bosque de Collserola con curvas muy peraltadas pero sin ninguna inversión.
En 2007 se sacó el proyecto para poner una gran montaña rusa en medio del bosque.
Hubo manifestaciones y se crearon plataformas como SOS Tibidabo y Salvem Collserola para recoger firmas, e incluso se viajó a Bruselas para oponerse a esta atracción frente al Parlamento Europeo.
Actualmente en su lugar hay un espacio destinado a realizar espectáculos, llamado Plaça dels Somnis.