Alrededor del año 79 a. C., Sila se la entregó en matrimonio a Pompeyo para asegurar su lealtad.
[1] Suetonio indica que Mucia estuvo entre las amantes de Julio César sin precisar una fecha.
[2] Este divorcio provocó que Metelo Nepote se opusiera vigorosamente a Pompeyo durante su consulado.
[3] Cuando su segundo esposo fue condenado por soborno y exiliado de Italia, Mucia permaneció en Roma.
Todavía estaba viva en el año 31 a. C. cuando intercedió ante Augusto para salvar la vida de su hijo Marco Emilio Escauro.