Sionismo

Según los historiadores Walter Laqueur, Howard Sachar y Jack Fischel, entre otros, la etiqueta de «sionista» también se usa como un eufemismo para los judíos, en general, por apologistas del antisemitismo.El nacimiento del sionismo está ligado a la eclosión de los nacionalismos durante el siglo XIX europeo, que tuvieron como bandera común la idea «un pueblo, un Estado» y que está en el origen del concepto de Estado-nación.El movimiento sionista fue fundado a finales del siglo XIX por judíos seculares, en gran medida como una respuesta por parte de judíos asquenazíes al creciente antisemitismo en Europa, ejemplificado por el caso Dreyfus en Francia y los pogromos antijudíos en el Imperio ruso.Para esa época, Herzl creía que la migración judía a la Palestina otomana, particularmente entre comunidades judías pobres, no asimiladas y cuya presencia «flotante» causaba inquietud, sería beneficiosa para los judíos asimilados y para los cristianos en Europa.[12]​ El sionismo político fue en algunos aspectos una ruptura dramática con los dos mil años de tradición judía y rabínica.Desde el principio, el sionismo tuvo sus críticos: Por ejemplo, el sionista cultural Ahjd Ha'am, a comienzos del siglo XX, escribió que no había creatividad en el movimiento sionista de Herzl y que su cultura era europea y específicamente alemana.Consideraba que el movimiento representaba a los judíos como simples transmisores de la cultura imperialista europea.Ante las grandes dificultades a las que se enfrentaron los judíos para establecerse en la antigua Tierra de Israel, se barajaron algunas alternativas temporales, sin intención de establecer un Estado nacional, solo como refugio ante la ola de pogromos y persecuciones en la Rusia zarista, como la Argentina —en la que se crearon numerosas colonias de inmigrantes judíos europeos—, y aún en una porción del África Oriental Británica (el conocido como Plan Uganda), ofrecida por el gobierno de Londres; estas fueron estudiadas (el propio Herzl estudia en su obra las ventajas comparativas de Argentina y Palestina)[14]​ y al fin rechazadas por la dirigencia sionista, y se prefirió el establecimiento del futuro Estado en Palestina, una región en manos del Imperio Turco y que no se correspondía a ninguna división administrativa, por lo que sus límites no estaban establecidos.Otras Aliyot, cada vez con más inmigrantes, se sucedieron entre las dos guerras mundiales, impulsadas en la década de 1930 por la persecución nazi.El proyecto de un nuevo Israel en Palestina fructificó por varios factores: Los objetivos del sionismo para combatir los dos problemas históricos fundamentales del pueblo judío, el antisemitismo y la diáspora, centrados en la creación de un estado judío, fueron puestos en práctica por la Organización Sionista Mundial (órgano político del Movimiento Sionista), fundada en 1897 en Basilea tras el Primer Congreso Sionista Mundial en ese mismo año y lugar, que reunió a 200 compromisarios y aprobó el llamado Programa de Basilea.El plan ya estaba delimitado por el organizador del evento, el periodista austrohúngaro Theodor Herzl (1860-1904), en su libro El estado judío (1896), publicado un año antes.La mayoría de los sionistas socialistas consideraron al yidis como el idioma del exilio, adoptando el hebreo como lengua común entre los judíos en Israel.El socialismo y el sionismo laborista eran ardientemente secularistas con muchos sionistas ateos que se oponían a la religión.Sionismo general fue inicialmente la locución empleada por los miembros de la Organización Sionista Mundial que no se habían unido a una facción determinada o algún partido específico, perteneciendo solamente a las organizaciones sionistas de sus respectivos países.El catolicismo tradicionalmente no prestó mucha atención al sionismo, pero el apoyo cristiano a dicho movimiento creció entre la comunidad protestante.Entre estos últimos sigue habiendo algo de ambigüedad e inclusive hostilidad al sionismo.El impacto emocional del Holocausto convenció definitivamente a numerosos judíos asimilados, socialistas y ortodoxos, refractarios con el sionismo, que quedaban en Europa.Estas ideas no impidieron, sin embargo, que hubiese también un importante movimiento sionista socialista.El conflicto se hizo sentir más allá de las fronteras palestinas, ya que las comunidades judías que habitaban en países árabes (muchas desde antes de ser arabizados e islamizados),[24]​ se vieron obligadas a emigrar en las décadas siguientes, víctimas potenciales del «antisionismo».Incluso llegó a plantearse su derogación para no perjudicar sus intereses geoestratégicos en Oriente Próximo ni dañar sus alianzas con los países árabes.Dicho voto en bloque producía una mayoría en la ONU que se organizó para condenar sistemáticamente a Israel en resoluciones como las: 3089, 3210, la 3236, la 32/40, etc.Los sionistas generalmente prefieren hablar en hebreo, una lengua semítica que se desarrolló en condiciones de libertad en la antigua Judá, modernizada y adaptada a la vida cotidiana.En ocasiones rechazan hablar en yídis o judeoalemán, un idioma que consideran afectado por la persecución cristiana.Una vez que emigran a Israel, muchos sionistas rechazan hablar su lengua materna y toman nombres hebreos.Según Eliezer Shweid la negación de la vida en la diáspora es idea en todas las corrientes del sionismo.Los sionistas en ocasiones rechazan hablar yidis, una lengua derivada del alto alemán medio que consideran afectada por la persecución cristiana.Una vez que emigran a Israel, muchos sionistas rechazan hablar su idioma materno en la diáspora y se ponen nuevos nombres hebreos.Especialmente después del caso Dreyfus dicen que el antisemitismo nunca desaparecerá, y ven el sionismo como una solución racional para los judíos.
Theodor Herzl , padre del sionismo político.
Miembros del grupo judío ortodoxo antisionista y propalestino Neturei Karta con pancartas en las que pone: Judaísmo y sionismo son extremos opuestos y Detener el hambre de los palestinos .