Estos, con toda tranquilidad, recogieron sus cosas y se sentaron en el primer piso, en actitud de resistencia pasiva.
Algunos tuvieron que ser sacados hasta la calle en volandas, al negarse a hacerlo por su propio pie.
Los vecinos de la plaza y calles adyacentes contemplaban desde las ventanas admirados un espectáculo inaudito en esta ciudad.
[4] Al finalizar el encierro, las asambleas se trasladaron a la calle y continuó la huelga indefinida, produciéndose numerosas movilizaciones.
El Decano Ocón fue trasladado a otra Universidad y el Rector Echeverri sustituido, pero la promesa de levantar totalmente las sanciones no se cumplió.
En ese conflicto se formaron buena parte de los posteriores líderes políticos gallegos que destacaron tras la transición democrática.