El bohemio Christian (Ewan McGregor) se enamora de la estrella del Moulin Rouge Satine (Nicole Kidman) y una noche, tras un malentendido, sus caminos terminan por cruzarse.
La película está ambientada a principios del siglo pasado, en la capital francesa que buscaba derribar las normas convencionales en todas las áreas posibles.
Como en el caso del peplum Gladiator de Ridley Scott, se afirmó que Moulin Rouge!
[8] En la banda sonora intervenían astros de la música como David Bowie y el incipiente Rufus Wainwright, quien luego también aportaría una canción para Brokeback Mountain.
[7] Las críticas más duras se centraban en los deliberados anacronismos, que alteraron el contexto histórico (finales del siglo XIX) para ofrecer una mezcla de estética pompier, casi kitsch, con una rebeldía actual.