Sus hábitos depredadores lo hicieron ocupar el nicho ecológico que antes controlaban los gorgonópsidos.
[2] Tras la extinción de Moschorhinus, serán los cinodontos los que ocupen el nicho.
Dado su hocico robusto, grandes caninos y poderosos músculos mandibulares, parece haber sido un depredador temible.
[3] Los restos de M. kitchingi han sido hallados en el Karoo sudafricano y datados del Triásico Inferior por lo que el género sobrevivió a la extinción masiva del Pérmico-Triásico, pero desapareció poco después[4] debido al catastrófico evento que provocó una hipoxia masiva, que llevó a la especie a un caso de crecimiento atrofiado debido a la pérdida de hábitat y presas (efecto liliput).
[5] Los últimos ejemplares no eran mucho mayores que un varano, y aun así eran los terocéfalos más grandes del Triásico.