Morituri (película de 1948)

Morituri es un largometraje alemán dirigido por Eugen York y rodado en el invierno de 1947/1948.

Pero este acto los convierte de facto en «morituri» y los prisioneros temen que les queda poco para ser gaseados.

El pequeño grupo consigue fugarse y llegan a una zona boscosa donde pueden esconderse.

El frente se acerca poco a poco, pero la esperanza se alterna con el miedo a ser descubiertos y asesinados por las SS o los soldados de la Wehrmacht.

Más refugiados, entre ellos familias polacas que huyen de las SS y la Gestapo, se reúnen en el bosque.

Algunos de ellos traen comida y alivian un poco la enorme tensión del momento.

Los rumores de que hay gente escondiéndose en el bosque llegan finalmente al bando alemán.

Enloquecidos, empiezan a bailar frenéticamente para disfrutar por última vez de la vida.

La historia de la película, que originalmente iba a llamarse Die Namenlosen (Los sin nombre), es tan intrincada como compleja.

El productor Artur Brauner, que sobrevivió a la guerra en la clandestinidad, utilizó Morituri para lanzar su carrera como propietario de la productora CCC, fundada en el otoño de 1946.

En el libro del escritor Curt Riess titulado Das gibt's nur einmal (Esto solo pasa una vez) se dice: «para poner en marcha esta película, Brauner tuvo que fundar una compañía cinematodráfica, la Central Cinema Company, y para ello necesitaba una licencia.

¿Cómo es posible que un hombre como Erich Pommer se opusiera a este proyecto cinematográfico?

Los decorados fueron diseñados por Hermann Warm y Bruno Monden se encargó de la escenografía.

La película fue un gran fracaso de taquilla, probablemente porque mostraba acontecimientos demasiado recientes.

[6]​En la obra ya mencionada Das gibt's nur einmal, del escritor Riess, este dejó por escrito lo siguiente acerca de este asunto: «Morituri nunca se proyecta en el sector soviético de Berlín ni en la zona oriental.

No hay ni una sola sala de estreno para ella en Berlín.

[10]​ En el diccionario de cine Lexikon des internationalen Films puede leerse lo siguiente: «La película, que recuerda en parte a la novela La séptima cruz de Anna Seghers, y que incorpora las experiencias propias del productor Artur Brauner, es su segundo largometraje, producido por la empresa que fundó en Berlín en otoño de 1946».

[11]​ La versión en línea describe la película como una especie de «documental», «bien interpretada» y «brillantemente fotografiada».