Actualmente se han descrito hasta nueve yacimientos, aunque no están estudiados en profundidad.
El más destacado data hacia el año 350, época del emperador Constantino.
En la actualidad, Moriles destaca por sus afamados viñedos, cuyos excelsos caldos reciben la prestigiosa denominación de origen Montilla-Moriles.
En el apartado destinado a la gastronomía, se pueden degustar algunos de los platos y tapas más típicos de Moriles y los estupendos embutidos elaborados por empresas locales.
[3] Estas corporaciones, con un número variable de personajes, acompañan a las distintas procesiones de la Semana Santa, dándole un inusitado colorido y una pincelada plástica a los desfiles procesionales.
Moriles se convierte así en Semana Santa en un enorme escenario por donde desfilan en estatuaria actitud personajes y alegorías del Antiguo y del Nuevo Testamento y donde, además, estos personajes intervienen en las distintas representaciones escénicas que, como un gran auto sacramental, recrean en la Semana Santa algunos pasajes de la Pasión de Jesús, como el Lavatorio de los pies de los Apóstoles en los Santos Oficios, el Prendimiento en la noche del Jueves Santo, el arrepentimiento de Judas Iscariote, las tres caídas de Jesús cargado con la cruz camino del Calvario y el Pregón en la mañana del Viernes Santo morilense.