El monumento al Labrador en Logroño es una obra escultórica de Alejandro Rubio Dalmati inaugurada en 1967.
Fue una de las primeras esculturas españolas que se dedicaba a la figura del labrador.
Un año antes el alcalde de la ciudad, Julio Pernas Heredia, le propuso al escultor realizar un monumento dedicado a Francisco Franco pero el artista se negó.
Él lleva una boina, camisa remangada y una azada al hombro.
Al dorso se elevan dos monolitos rectangulares, en donde la base presentan relieves que aluden a las estaciones del año.