Su autor fue el arquitecto madrileño Miguel Ángel Ruiz-Larrea, que por entonces contaba con 40 años de edad.El cuerpo ciudadano, encarnando los valores democráticos que el arquitecto tenía en mente, asciende hacia el núcleo del cubo, completándolo y, por decirlo así, activándolo.Procede del griego τέσσερεις ακτίνες ("cuatro rayos"), en referencia a las cuatro aristas que en la figura estudiada parten desde cada vértice a otros vértices de la misma.Este término —teseracto— fue acuñado por primera vez en 1888 por el matemático inglés, Charles Howard Hinton, en una obra llamada A New Era of Thought [La nueva era del pensamiento].Pese a su relación tanto temática como formal con el texto e ilustraciones de Hinton, el monumento no fue inspirado por ninguno.
Monumento a la Constitución en Madrid con la Escuela de Ingenieros Industriales al fondo