Consiste dos varios frescos, un azulejo con un retrato de Catalina y un bajorrelieve del siglo XVI.
En 1895 la ciudad le puso su nombre a este paseo.
[1] En 1921 se colocó este monumento a su persona, diseñado por Juan Talavera y Heredia.
[2] Se encuentra en el muro que separa este paseo de los Alcázares.
El bajorrelieve se encontraba en una fuente del siglo XVI.