Se dedicaba especialmente a publicar en castellano obras monumentales y de bibliófilos.
La editorial, donde habían trabajado escritores como Pere Calders o Josep Soler Vidal, entre otros, cerró definitivamente en 1981 debido a dificultades económicas.
[1] Durante el periodo 2008-2010, la Fundación estuvo cerrada al público para remodelar el espacio expositivo, una tarea a cargo del arquitecto Iñaki Ábalos y su estudio.
En este documento clasificaba las tendencias entre clasicismo, eclecticismo y medievalismo, las tres caracterizadas por el romanticismo retrógrado que utilizaba la arquitectura como medio para crear ambientaciones literarias.
Ante esta posición, Domènech afirmaba querer constituir una nueva arquitectura fundamentada en el medio físico, geográfico, con una voluntad ideológica.
Estas ideas fueron plasmadas por otros arquitectos en sus primeras obras, que rompían con el realismo imperante.
Cuatro placas acompañan estas esculturas y muestran los nombres de autores que utilizaron técnicas de impresión para publicar sus estudios: Malte-Brun, Lafuente, Secchi y un cuarto que no se conoce (se perdió a principios del siglo XX).
La rueda central contiene una águila sobre un libro abierto, coronada por una estrella, iconografía del éxito empresarial.
[8] El texto "Editorial Montaner y Simón" aparece en letras góticas decoradas con elementos vegetales en la arquivolta de la puerta principal.
Al sótano se encontraban las máquinas de imprimir justo en el centro, que es donde había más luz; al suyo cercando, el taller de composición, la encuadernación y las máquinas que preparaban el papel para la impresión.