También se encuentran bromelias, heliconias y la característica Impatiens africano conocida locálmente como flor de azúcar.
Monopamba es enteramente católico y por ello las principales festividades que se realizan son religiosas.
Fue José María Pinchao, oriundo del corregimiento de San Mateo (Puerres), quien con seis personas más, arribó al lugar junto al río Sucio que llamaron "El Salado"; aquí construyeron su campamento e hicieron los primeros cultivos.
Ortíz-Castro construyó junto con sus hijos una casona grande con pisos y paredes de tabla aserrada y techo de astilla que sirvió posada para las personas que entraban a conocer, colonizar o a comprar entables o posesiones ya hechas.
Después llegaron Pastora Huertas y Julio González (esposos y profesores); en el primer año de su trabajó fueron visitados por el sacerdote Augusto Samaniego del corregimiento de El Encano siendo el primer sacerdote en llegar a esta región.
También se construyó una nueva escuela en el lugar donde actualmente está la sede 2 de la Institución Educativa Monopamba, inaugurada por la profesora Ana María Paz.
Tiempo después arribaron ciudadanos estadounidenses, con el propósito de llegar a Orito y en busca del petróleo.
Por esta ruta se construiría el oleoducto trasandino (OTA) que actualmente es propiedad de Ecopetrol.