El término proviene del idioma griego prefijo "μονο-" = "solo, único" y del latín "especies" = "clase" o "tipo".
Sin embargo, muchos géneros originalmente monoespecíficos, se les han ido descubriendo más especies.
Ejemplos: Malapterurus el pezgato eléctrico, Loxodonta el elefante africano.
Y a su vez, hay casos como Pseudorinelepis donde de varias descripciones de especies en el género, pasó a monoespecífico.
En botánica, monotípico o uniespecífico se usan en vez de monoespecificidad.