Monjas coronadas

Las «monjas coronadas» o «retratos de monjas coronadas» es un género pictórico de retrato que surgió durante el periodo virreinal de la Nueva España en el siglo XVII, extendiéndose hasta el siglo XVIII y XIX.

En estos cuadros, están representadas distintas monjas, particularmente novicias que han jurado los votos perpetuos, por lo que aparecen con flores y adornos propios de una "reina de un carnaval místico".

En todos los cuadros de las monjas, se puede observar mujeres que aparentan una edad joven, vestidas y ornamentadas con joyas y flores, con coronas de estos mismos materiales y sosteniendo velas, crucifijos o imágenes del niño Jesús.

[2]​ Y dentro de todos los ornamentos, podemos encontrar la siguiente iconografía cristiana:[3]​ La profesión, es la ceremonia que llevan a cabo las novicias que simbolizan su boda mística con Jesús[6]​ y que marca el ingreso definitiva al convento, y de los momentos más importantes están tanto la declaración de los votos perpetuos como la coronación.

[7]​ Antonio Nuñez de Miranda, confesor de Sor Juana Inés de la Cruz, en la Plática doctrinal [9]​ explica como la exhorta a cumplir los votos de castidad, obediencia, pobreza y clausura y relata los pasos que se llevan a cabo en la ceremonia: En la época del virreinato, y hasta poco después del mismo, la costumbre consistía en hacer retratos al óleo de las monjas coronadas, pero con el paso del tiempo, se empezaron a utilizar otras técnicas como la fotografía (primero a blanco y negro, y después a color) y tanto las pinturas como las fotografías sólo podían realizarlas expertos dominantes en la técnica de cada una.

Retrato de Sor Juana de la Cruz, religiosa de la orden de las jerónimas, siglo XVIII , óleo sobre tela. Museo de América, España.
Retrato de sor María Antonia de la Purísima concepción
Retrato mortuorio de Sor Magdalena de Cristo, ubicado en el Museo de Arte Religioso de Santa Mónica .