Su borde es estriado fino con una inscripción grabada propia de cada nación.
Todas las monedas tienen una cara común (la cual cambió en 2007 con respecto a la original) y una cara nacional específica de cada país.
Algunas monedas de 2 euros no se destinan a la circulación, sino al público coleccionistas.
Así, cada país participante en el sistema del euro tiene derecho a emitir dos monedas conmemorativas de 2 € por año.
En ellas se ilustran efemérides o acontecimientos históricos relevantes.