Convento de las Carboneras del Corpus Christi

Su curioso nombre se debe a un legendario cuadro de la Virgen Inmaculada que fue encontrado en una carbonera y donado al convento.

Los terrenos en que fue edificado procedían de sus antepasados los Zapata.

La primera abadesa fue sor Juana del Corpus Christi, hija de la fundadora, y también profesó aquí su madre.

[4]​ El templo fue declarado Bien de Interés Cultural en 1981.

El retablo mayor es obra del escultor barroco Antón de Morales, en su zona central se ubica un lienzo de la Última Cena de Vicente Carducho.