Actualmente el monasterio ha desaparecido y sólo se conserva la iglesia.
[1][2] Su oscuro origen se remonta a la Alta Edad Media, probablemente en el siglo X, aunque las siguientes referencias documentadas a este monasterio datan de los primeros años del siglo XII, y se pueden rastrear hasta finales del siglo XV, cuando se anexionó al cercano monasterio de San Juan de Poyo.
[1][2] Además, ésta es la primera vez que aparece la palabra «Galicia» inscrita en piedra en la Edad Media.
[1][2] Sin embargo, la iglesia actual se debe a una restauración muy posterior ejecutada en el año 1774 en estilo barroco.
[1][2] Pergaminos de los siglos XIII y XIV indican que el monasterio vivió durante esos años una época de cierta estabilidad y esplendor bajo la regla benedictina.