Durante la Guerra de la Independencia la comunidad se vio obligada a abandonar el monasterio, que padeció expolio y destrucción por parte de las tropas francesas.
Posteriormente, la comunidad recuperó sus propiedades y, desde entonces, realiza diversas labores para su mantenimiento.
[2][3] Tras la última profesión solemne, en mayo de 2017, la comunidad estaba compuesta por 14 hermanas.
[4] En 2024, la comunidad religiosa, compuesta por 16 monjas, decide salirse de la tutela del papa Francisco (al que no reconocen como legítimo, y tampoco a ninguno de los sucesores de Pío XII, para ellas último pontífice legítimo) y se someten al excomulgado por la Santa Sede, Pablo de Rojas Sánchez-Franco, fundador de la Pía Unión Sancti Pauli Apostoli, una orden religiosa semi-independiente vinculada a Iglesia palmariana, siendo su papa Pedro III (Joseph Odermatt).
Las claves están adornadas con el escudo de los Velasco, protectores del cenobio.