Monasterio de San Pedro de las Dueñas

La primitiva iglesia aún se conserva, siendo la parte más valiosa artísticamente de todo el conjunto.

En el exterior del ábside central se pueden observar cuatro columnas de refuerzo con capiteles esbozados y mal escuadrados.

Esta cuenta con dos arcos de medio punto, que se apoyan en pilares cuadrados.

Los de los extremos tienen una decoración más elaborada y medias columnas adosadas en todos sus frentes, mientras que el central es más sencillo y sólo presenta semicolumnas en el sentido longitudinal.

Sobre el último pilar del Sur arranca un arco perpiaño para sostener la bóveda de la nave central.

También pertenece a este periodo constructivo el muro del lado sur.

El resto del templo se construyó en ladrillo, según la técnica iniciada en San Tirso de Sahagún.

Además el central se abre a la nave con un arco de ladrillo apuntado.