La puerta es única, no existe otra semejante en ninguna iglesia románica conocida[cita requerida].
Muestra un rigor cisterciense que pudo llegar a finales del siglo XII.
Esta unidad contiene documentos fundamentalmente medievales de los siglos XIV, XV y comienzos del XVI - incluyendo algunos latinos de los siglos X al XIII en su mayoría copiados del mencionado códice 1047B-.
Estos resúmenes resultaron muy útiles para conocer el contenido de algunos foros, hoy ilegibles.
Los foros de Juvia funcionaban en realidad como verdaderos vínculos, permitiendo mantener en un linaje grandes fundos indivisos, previamente donados a un monasterio familiar, y devueltos, vinculados por tres voces o generaciones a los descendientes del "postromeyro", recomponiendo de nuevo la unidad de la conducta o propiedad aforada el superviviente en cada succesio, el último conductor del foro vivo.
Por estas presiones, al principio del siglo XV[14] el prior envío procuradores al Santo Padre y al Rey, para pedir justicia "[...] de que nos et o dito moesteyro estarmos et estamos forçados et esbullados et desapoderados de algumhas personas grandes et poderosas con que nos nom podiamos nem podemos aver direito em esta Terra [...]" Adosada al muro norte, se construyó en el siglo XIV Gonzalo Esquío, "Ardilla", la Capilla de San Miguel, su panteón familiar, demolido en 1910.
Hoy desaparecida sin dejar más rastro que una inscripción posiblemente de alguna reforma hecha en el año 1062, en una piedra reutilizada en la pared interior del pequeño almacén frente a la fachada principal.
En el exterior destacan la singular elegancia de los altísimos ábsides y los bellísimos canecillos, con representaciones zodiacales, o de reminiscencias celtas como el motivo conocido internacionalmente como Sheela na gig.
Solo quedan de la primitiva fábrica algunos restos integrados en el muro oriental.
En 1835 Mendizábal decreta la desamortización y Juvia (Xuvia) se convierte en iglesia parroquial.