Los restos más antiguos son del siglo XII, destacando la iglesia que se levanta sobre un montículo muy escarpado que obligó a sus constructores a salvar los desniveles del terreno por medio de altos muros con contrafuertes y estancias subterráneas.La casa de los canónigos y las cocinas del monasterio también se conservan aceptablemente.Las donaciones del obispo Rosendo le proporcionaron una fortuna importante.Al principio el monasterio perteneció a la orden de San Benito, pero cambió a la orden de San Agustín en el siglo XII.Obtuvo así el cenobio un gran poder, alcanzando su iglesia la categoría de Real Colegiata con seis canónigos que conservó hasta finales del siglo XVIII, época en la que, tras quedar abandonado, inició su decadencia y deterioro.