Construido bajo el mandato de Don Dionisio I de Portugal, cuyos arquitectos fueron los maestros Antão e Afonso Martins, sirvió para abrigar a religiosos de la Orden del Císter en el siglo XIII.
Presenta diferentes estilos arquitectónicos como el gótico, manuelino y barroco.
Dentro de la capilla absidial reposa en su tumba Dionisio I.
En otra capilla, se encuentra el túmulo vacío de María de Portugal, hija ilegítima del rey Dionisio, y en otra sepultura reposa el infante Juan, hijo de Alfonso IV de Portugal, que falleció cuando tenía un año de edad.
Fue escenario del «Auto de la Cananea», de Gil Vicente, pedido por la Abadesa Violante para ser representado allí.