Sus ruinas se han recuperado para albergar el Museo de los Pueblos Leoneses.
En 1788 las cofradías de San Adrián y San Blas financian una Cátedra de Gramática, Filosofía, Teología y Latín en el convento.
El monasterio fue incendiado en 1808, presumiblemente por los franceses, durante la Guerra de la Independencia.
Se conservan varios elementos del convento, todos ellos integrados en el actual museo: - La fachada principal, construida en tapial, con una puerta realizada en piedra y arco de medio punto.
La bóveda está decorada con conchas veneras con la Cruz de Santiago y relieves de San Agustín y otros santos.