Los religiosos asesinados fueron: Santos Rodríguez González, Laureano de Frutos Heredero, Genaro Millán García y Eduardo Gómez Salcedo.
La fachada principal presenta una portada barroca con arco de medio punto flanqueado por sendas columnas dóricas.
Sobre el vano se dispone un frontón curvo partido que abraza a una hornacina con la imagen de la Virgen y el Niño.
Se conserva íntegro, es cuadrado de pequeñas dimensiones, aunque muy elegante y sobrio.
El alzado es de dos pisos e integra vanos adintelados sobre arcos de medio punto separados por pilastras toscanas en planta baja, en consonancia con la última década del siglo XVI o principios del XVII.