En las décadas siguientes se erigió la iglesia, el monasterio superior con celdas para doce monjes y el monasterio menor para 16 laicos, con el hospicio (Ecclesia Minor) en Špitalič y una iglesia dedicada a la Virgen María, inspirados en el monasterio cartujo francés y de acuerdo con la normativa de la dirección del maestro Aynard.
En el monasterio superior, mantenido por el prior, vivían los monjes de acuerdo con las estrictas reglas monásticas.
Los hermanos laicos, bajo la dirección de un procurador, contribuyeron a la existencia y el funcionamiento del monasterio principal.
Es entonces cuando se dejó de utilizar el monasterio menor, aunque la cartuja es uno de los pocos edificios que han conservado gran parte de la arquitectura del monasterio inferior y el único lugar donde el paisaje entre el monasterio superior e inferior quedó deshabitado, tal y como sucedía a finales del siglo XII.
Sus antecesores mantuvieron tres estanques y una fábrica de vidrio hasta finales del siglo XIX.
La iglesia constaba de una nave y su estructura se basaba en las reglas monásticas.
La cartuja se considera hoy una atracción turística e histórico-cultural visitada por alrededor de 20.000 personas al año.