En los niños las áreas más afectadas son cara, cuello, brazo, axilas y manos; mientras que en los adultos es considerada una enfermedad de transmisión sexual.
MCV-1 es el más prevaleciente en infecciones humanas,[2] y el MCV-2 se ve usualmente en adultos, y frecuentemente transmitido sexualmente.
[3][4] Se han desarrollado técnicas de reacción en cadena de la polimerasa para ayudar a confirmar lesiones que sean causadas por MCV,[5] y distinguir entre razas.
[6][7] Su genoma es del tipo molecular no segmentado simple, lineal, de doble espiral de ADN con 180.000 a 200.000 nucleótidos.
[8] El virus se transmite a través del contacto piel a piel con una persona infectada.