A inicios del siglo XXI el conjunto se dedica a labores agrícolas, por lo que aunque presenta un aceptable estado de conservación está muy modificado.
En la fachada de acceso se encuentra una ladronera o matacán perfectamente conservado.
Tanto la entrada como el acceso interior a la segunda nave se abren por medio de arcos, el primero de medio punto y el segundo escarzano.
Además en la segunda nave, donde se encuentran las dos muelas, tenía otro arco escarzano, que ha sido cegado.
El resto del conjunto se cubre con placas de piedra lisa y argamasa.