Los moken son un grupo de entre 2 000 a 3 000 personas que mantienen una cultura ancestral basada en el mar y en el nomadismo, por lo cual son conocidos como los «gitanos del mar» o «gitanos navegantes».Durante la estación del monzón construyen botes mientras ocupan chozas temporales en tierra.[1] No obstante, gran parte de su vida tradicional está en peligro y parece estar disminuyendo.Por ejemplo, en la isla Surin del Sur, de los 200 habitantes sólo murió un anciano con discapacidad.Debido a sus creencias religiosas tradicionales, los moken interpretaron el tsunami como un castigo de los espíritus.