La mochila portabebés aporta el apoyo correcto tan necesario para la espalda y el cuello del bebé.
Colgando en posición vertical con la cara hacia el cuerpo del portador le permite libertad de movimiento y puede tener contacto visual con su madre o padre.
Entre los seis y los doce primeros meses de vida, el sistema vestibular es muy sensible a la estimulación.
En la mochila porta bebé los bebés pueden desarrollar el sentido del equilibrio y al moverse en sincronía con el padre o la madre potencia su desarrollo psicomotriz, debiendo mantener tan solo el control de sus brazos y piernas.
Existen también portabebés musicales, equipados con pequeños altavoces, que pretenden aprovechar el porteo para estimular o tranquilizar al bebé, según el tipo de música.