Se trata de una figura masculina tallada en madera, originalmente de toromiro, esquelética con vientre hundido y prominentes costillas, que es precisamente lo que significa la palabra rapanui “Kava Kava” (costillas).
El tronco es largo y las extremidades cortas con pies pequeños.
Algunas tienen altorrelieves en el cráneo, otras presentan una especie de casco o sombrero y a veces aparecen adornadas con cabellos humanos.
Cuenta la leyenda que cierto día, el ariki Tu’u Koihu, hijo mayor de Hotu Matu'a, estaba caminando a la media noche por Puna Pau cuando se encontró con dos espíritus, o Aku-Aku, dormidos frente a él.
Al ver que no decía nada, se marcharon.