La matriz energética que un país elija lo expondrá a mayores o menores coste, vulnerabilidad a subidas en los precios internacionales,[4] posibilidad de accidentes, dependencia exterior, déficit comercial,[5] contribución al calentamiento mundial, efectos de la sequía, apagones[6] y otras eventualidades.
La transformación de la matriz energética, abandonando las energías fósiles y sustituyéndolas por renovables,[10] es fundamental[11] para la descarbonización de la economía (transición energética) en la que el mundo se halla embarcado para luchar contra el cambio climático.
[17][18] California se marcó en 2017 el objetivo de que para 2045 su matriz energética sea totalmente renovable.
[23] Aunque el aumento del consumo de energía en el mundo debido al crecimiento poblacional no puede ser inmediatamente contrarrestado, sí puede mejorarse parcialmente la sostenibilidad dando mayor participación en la matriz energética a las energías renovables.
Las fuerzas principales en este proceso son las políticas energéticas nacionales e internacionales, y la industria de la energía junto con sus cabilderos.