Mitra (dios persa)
Su culto se extendió a Persia y, tras la derrota de los persas por Alejandro Magno, por todo el mundo helénico.El origen de esta divinidad persa puede remontarse hasta el II milenio a. C.: su nombre es mencionado por primera vez en un tratado entre los hititas y los mitani, escrito hacia el 1400 a. C.[4]Según el escritor belga Franz Cumont, en su estudio publicado a comienzos del siglo XX,[5] el origen del mitraísmo se encuentra en la antigua Persia (en el actual Irán).que contiene un tratado entre hititas y mitani, se invoca a Mitra como el dios del juramento.En resumen, Mitra puede significar cualquier tipo de comunicación interpersonal y todo lo que establece buenas relaciones entre personas.Mitra también era el dios del sol, de la luz brillante que todo lo contempla y, por lo tanto, se lo invocaba en los juramentos.En monumentos romanos, Mitra sacrifica a regañadientes al toro blanco, que luego se transforma en la luna.Contratos y sacrificios están conectados, ya que los tratados en la antigüedad se sancionaban con una comida grupal.Como dios de los contratos, Mitra es inengañable, infalible, eternamente vigilante y nunca descansa.Sin embargo, Darío y sus sucesores no tenían intención de crear dificultades políticas intentando erradicar las antiguas creencias que todavía eran queridas para muchos nobles.Así, la religión de Zoroastro se fue contaminando gradualmente con elementos del antiguo culto politeísta.Cuando Alejandro Magno conquistó el imperio persa alrededor del 330 a. C., la antigua estructura de la sociedad parece haberse derrumbado por completo y no se sabe nada más sobre el culto a Mitra en Persia.