El padre Consag fue auxiliado por un nativo ciego, convertido al cristianismo de nombre Andrés Comanaji Sestiaga.
Al llegar a La Piedad (Santa Gertrudis), el padre Retz llevó consigo provisiones, ganado, caballos, mulos, chivos, corderos y gallinas.
[3] La misión fue construida con sillares cincelados en la roca viva, que hasta la fecha se pueden observar después de la restauración.
La puerta de acceso al templo es particularmente bella y está flanqueada por columnas rematadas con obeliscos finamente decorados.
Santa Gertrudis era el centro de diversas rancherías y hasta 808 personas.
Los lugareños, familias Arballo, Salgado, Urías entre otras, le hicieron pequeñas reparaciones.