[2] A menudo usaba iconos asociados con mujeres, como corazones, decoraciones florales, patrones geométricos y el color rosa.
La herencia de Miriam Schapiro está representada exclusivamente por la Galería Eric Firestone en Nueva York.
[7] En la Universidad de Iowa, Schapiro estudió pintura con Stuart Edie y James Lechay.
En la Universidad Estatal de Iowa conoció a Paul Brach, con quien se casó en 1946.
[10] Los Santuarios permitieron a Schapiro descubrir los aspectos múltiples y fragmentados de sí misma.
[11] Miriam conoció a David Nalibof, un físico que trabajaba para General Dynamics.
Gracias a sus investigaciones junto a Nalibof, Shapiro se convirtió en una de las primeras artistas en utilizar software informático en las artes visuales creando piezas consideradas icónicas en el movimiento feminista como la obra OX de 1967 en la que sobrepone una letra O sobre una letra X, realizadas a partir de figuras geométricas computarizadas que recrean los órganos genitales femeninos.
Como resultado del programa en 1972 se organizó la muestra colectiva titulada Womanhouse en la que veintidós de las artistas participantes del programa, entre ellas Schapiro, además de Judy Chicago, Faith Wilding, Robin Mitchell, Karen LeCoq, etc. se dedicaron a restaurar una casa abandonada con objeto de tratar temas como la domesticidad, el cuerpo, la identidad o los estereotipos.
[13] Querían que la creación del arte fuera menos una aventura privada e introspectiva y más un proceso público a través de sesiones de sensibilización, confesiones personales y capacitación técnica.
Schapiro cuenta en una entrevista con Ruth Bowman realizada en 1989 como después del trabajo se reunían todas para poner en común sus sensaciones: “En esa mansión abandonada, nos sentábamos en el suelo, teníamos nuestro tiempo para hablar, y después pasábamos la mopa y lo dejábamos todo limpio.
Cada habitación significaba un papel particular que desempeña una mujer en la sociedad y representaba los conflictos entre ellas.
[14] La pieza fue descrita por la artista como una obra que “representa la belleza, el encanto y la supuesta seguridad y confort de un hogar, con los terrores innombrables que existen dentro de sus paredes”.
[7] En 1973 con Judy Chicago acuñó el término "imágenes del núcleo central" en el ensayo Female Imagery publicado en el Womanspace Journal.
[1] Para Schapiro, tales imágenes y estética sirvieron como un lenguaje visual a través del cual se podían comunicar las ideologías feministas.
En este estudio hogareño, Schapiro creó una serie de grandes femmages, entre ellos A Cabinet for All Seasons .
Mientras Schapiro viajaba por Estados Unidos dando conferencias, pedía un recuerdo a las mujeres que conocía.
Su ensayo de 1977-1978 Waste Not Want Not: Una investigación sobre lo que las mujeres salvaron y ensamblaron - FEMMAGE (escrito con Melissa Meyer ) describe el femmage como las actividades de collage, ensamblaje, découpage y fotomontaje que practican las mujeres usando "técnicas tradicionales de mujeres: costura, perforación, enganche, corte, aplicación, cocina y similares.
Después de 1975, Schapiro regresó a Nueva York y con el dinero que logró al vender algunas pinturas, no solo tenía una habitación sino un estudio propio.
En la década de 1990, Schapiro comenzó a explorar más su identidad judía en su pintura.
[23] El trabajo de Miriam Schapiro está representado exclusivamente por Eric Firestone Gallery.