En sus memorias, Vivas en su Jardín, Dedé Mirabal cuenta que conocer aquella historia, despertó en Minerva su primer chispa de rebeldía contra Trujillo.
Minerva tuvo una destacada participación junto a su esposo en las reuniones clandestinas que dieron origen al Movimiento Revolucionario 14 de junio.
En la tercera invitación, Trujillo tan pronto llegó al lugar, reinició con mayor brío su intento de atraer a la joven Mirabal.
Bailó en varias oportunidades con ella, conversó largamente en medio del salón con la pretendida y de nuevo fue rechazado.
Este hecho puso a Trujillo furioso, humillado por la familia Mirabal, hasta que culminó con el asesinato de ella.