Esto sucedió principalmente cuando Benito Mussolini se convirtió en primer ministro, y quiso que la estación de ferrocarril representara el poder del régimen fascista.Cada día aproximadamente 330,000 pasajeros utilizan la estación, totalizando unos 120 millones por año.[1] La estación de ferrocarril no tiene un estilo arquitectónico definido, sino que es una mezcla de diferentes estilos, especialmente Art Nouveau y art déco, pero sin limitarse a estos.Del presupuesto total, €20 millones han sido destinados a restaurar "ciertas áreas de importante valor artístico", mientras que los restantes €80 millones serán utilizados para mejoras más generales en la estación para hacerla más funcional con los actuales servicios.[2] En la estación transitan los trenes de recorrido largo como Frecciarossa, Frecciargento, Frecciabianca, Italo, Intercity, Intercity Notte y varios trenes regionales a Turín y Rímini.