[1] En la exploración presentaba abolición del reflejo a la luz pero lo más significativo fueron las anomalías vasculares de la retina: los vasos sanguíneos de la retina se encontraban tortuosos, con aneurismas y anastomosis con otras ramas para formar circularidad o terminaban en un extremo ciego.
[1] Takayasu describió que la anastomosis y los cambios aneurismáticos deberían ser los hallazgos primarios y que los demás deberían ser los hallazgos secundarios y publicó en junio del mismo año en el Journal of the Juzen Medical Society de la Universidad de Kanazawa la descripción completa del caso clínico, acompañando en la publicación una imagen de las arterias dibujadas por el mismo.
[1][3] A raíz de esas comunicaciones, el médico Minoru Nakajima en 1921 comparó sus propios casos con informes anteriores y propuso que se los considerara como una única enfermedad.
Estableció cuatro criterios: afectar los ojos bilaterales en mujeres jóvenes, anastomosis arteriovenosa alrededor del disco óptico y formación de microaneurismas en los vasos retinianos, disminución de la visión complicada con cataratas y arteria radial no palpable.
Después de jubilarse, abrió su propia clínica cerca del Hospital Universitario.